domingo, 21 de noviembre de 2010

LAURA VIRGINIA FERNÁNDEZ: UN NAVEGANTE, UNA VIDA


Reside en la localidad de Florida, provincia de Buenos Aires.

Nacida en la preciosa ciudad de Santa María de los Buenos Aires,
un 20 de abril, otoñal y lluvioso de 1963.
Profesora para la Enseñanza Primaria. Bibliotecaria Escolar.
Docente especializada en: Educación de Adultos y Adolescentes / Formador de Formadores y Mediación Escolar. Técnica Superior en Conducción y Administración Educativa.
Directora titular de Escuela Primaria del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en el barrio de Saavedra.
Ha publicado cuentos y poesías en diferentes antologías
y también artículos sobre educación en revistas especializadas.
Primer premio de poesía amateur en el concurso “Otra vida es posible” – Ministerio de Educación de la Nación.-2009
Mención categoría poesía en el IV Concurso Internacional de Poesía y Cuento breve “Don Antonio M. Hernández” – República Oriental del Uruguay -2009
Tercer Premio poesía, Certamen literario por el Bicentenario, Mercedes Provincia de Buenos Aires- 2010
Primer Premio, cuento “Impulso Humano” Tenerife- España 2010



UN NAVEGANTE, UNA VIDA

Las calles de Florida tienen un encanto especial. Los naranjos adornan las veredas, pequeños caminos empedrados invitan a soñar…. y la costa nos regala atardeceres increíbles.
Ese encanto guarda la historia de un personaje importante cuyo nombre engalana la calle principal del Paseo de la Costa, es el nombre de aquél navegante solitario que dio que hablar en la primera mitad del siglo XX. Su nombre Vito Dumas.
Vito nació durante la primavera del año 1900 en el glamoroso barrio de Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires, pero pasó su infancia en la localidad de Trenque Lauquen, en la Provincia de Buenos Aires.
Durante una tarde de verano, caminando por el barrio y charlando con una vecina, Mirta,, me entero que Vito vivió a solamente una cuadra de mi casa, en Martín J. Haedo al 1600.
Comencé entonces, a investigar sobre su vida.
Vito Dumas, fue un gran deportista, practicó natación, boxeo y atletismo.
Comenzó a intentar cruzar a nado el Río de la Plata desde 1923, fueron cinco los intentos, no logró su cometido, pero fortaleció su temple.
Otro intento, en el que también falló, fue en 1931 cuando en Francia quiso cruzar a nado el Canal de La Mancha.
Su personalidad inquieta y su amor por las actividades náuticas, lo impulsaron a comprar un barco. Ese primer barco había sido construido en 1918 y carecía de
tecnología y seguridad. Él tampoco contaba con los elementos de navegación necesarios.
Con muy pocos víveres a bordo, apenas aquellos que le dio el almacenero del barrio, emprendió su primera travesía, quería unir Francia con Buenos Aires; partió del puerto de Arcachón en diciembre de 1931, viajó 121 días cuando finalmente llegó al Yacht Club Argentino. El pueblo le demostró su afecto.
Mirta, que hoy tiene unos setenta años, dice que Vito solía hacer los mandados junto a su perro y que salía a caminar por las noches.
Luego de ese gran primer viaje, anunció que dejaría la navegación, pero no pudo, sus ansias de aventura fueron más fuertes y diez años más tarde anunció que daría la vuelta al mundo.
Así fue que en 1942 salió del puerto de Montevideo. La situación mundial no era la más adecuada para un viaje, estaba aconteciendo la segunda guerra, pero él se animó, recorrió 22.000 millas, regresando a Buenos Aires en agosto de 1943, siempre viajó solo y sus viajes fueron considerados hazañas. Realizó dos viajes más, uno con destino a Nueva York; a poco de llegar, el mar lo desplazó y se lo dio por perdido. Fue encontrado al sur de las Islas Canarias por un barco llamado “Serantes”, de esta forma se considera que concretó el doble cruce del Océano Atlántico.
Cuando tenía 54 años intentó llegar nuevamente a Nueva York con su barco llamado “Sirio”, en una sola escala, llegó a las Bermudas en estado desesperante pero se repuso y finalmente llegó a Nueva York el 25 de setiembre de 1955.

Escribió cuatro libros: “Mis viajes”; “Solo, rumbo a la Cruz del Sur”; “Los cuarenta bramadores” y “El crucero de lo imprevisto”.
Sus barcos, el Lehg I está en el Museo de Luján en la Provincia de Buenos Aires; el Lehg II en el Museo Naval de Tigre en la Provincia de Buenos Aires; el Sirio I navegó en Nueva York hasta 1994 y el Sirio II navega en la actualidad en Mar del Plata, en la Provincia de Buenos Aires.
Victima de un derrame cerebral, muere en su casa de Florida un 28 de marzo de 1965, su sepelio fue multitudinario, asistiendo al mismo, figuras de todas las ramas de la política, el deporte y el arte.
El Municipio de Vicente López está poniendo en condiciones su casa para transformarla en museo.
Paso semanalmente por la casa cuando llevo a mi hijo al club del barrio y cada vez que lo hago, no dejo de pensar que allí vivió un hombre que hizo en su vida lo que quiso, un hombre feliz.

Entregó los premios la Señora Elsa Lorences de Llaneza.

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